sábado, 31 de marzo de 2012

MI PRIMERA VEZ EN EL CIELO

Tomado de : /www.rutacol.com
Despierto en la mañana de un alegre y soleado domingo y recuerdo que hoy es el día. Por fin, mi mamá me llevaría a volar en parapente. No lo podía creer después de tanto prometérmelo hoy por fin se hacia realidad. Salimos derecho al estadio de Calarcá, donde nos recogió el jeep que nos llevó al alto de la montaña. En el recorrido, que duró 30 minutos, sentí ansiedad y temor. Llegamos por fin al lugar. El instructor se apresuró a abrir el parapente. Yo sentía que mi corazón latía con fuerza. Tenía miedo pero estaba feliz. A los pocos segundos, el instructor me llamó y ató todo su apara tejo alrededor mio. Recuerdo que yo solo pensaba en cómo    se vería la ciudad allí abajo. 



La hora llegó. El instructor grito: ¡corre! ¡corre! y yo ya estaba volando. Fue fantástico, sentí una sensación de libertad única. Me parecía increíble que estuviera en lo alto del maravilloso cielo, que solía observar atónita desde abajo. Solo me relaje, disfrute del aire y del viento cual si fuera un pájaro.



EL TRAJE DE CELINA

Hacia las dos de la tarde de un sábado en el Salvador, Celina se dirigía a la academia de actuación para ensayar una nueva pieza teatral. La obra ilustraba la vida de un joven que había sido reclutado por la fuerza armada, en medio de la desafortunada guerra del Salvador. Celina era la protagonista. Por tanto, ella decidió cortar su cabello al máximo para representar adecuadamente el personaje. 


Tomado de :www.aranzadi.es
Al finalizar el ensayo, Celina salió de la academia con su traje de soldado que usaba para la práctica. Rumbo a su casa, un camión de soldados pasó por su lado. Uno de los soldados grito: - ¡súbete! Celina, cansada de caminar y sin fijarse en lo que llevaba puesto ni en su corte de cabello, subió al camión. Después de media hora, Celina ya empezaba a preocuparse. Sin embargo, el camión por fin se detuvo, y todos descendieron. El lugar al que llegaron era un campamento militar donde todos los soldados corrían, cargaban sus rifles y se preparaban para atacar al enemigo. De repente, se oyeron múltiples disparos. Celina, asustada, corrió hacia las afueras del lugar. Un jefe militar, observando a Celina a lo lejos, gritó: - ¡desertor! Uno de los reclutas apuntó hacia ella con su rifle. Segundos después, solo se escuchó el disparo seguido de un fuerte grito de una mujer.